14 de junio de 2008

LA TAPADERA


TRABAJADORAS DEL NARCO: CIMINALIZADAS POR LA POBREZA
Por: Aelia

Brasil al igual que muchísimos otros países, luchan con escasos resultados para controlar y erradicar el trafico de drogas. Pero uno de los problemas mas grandes de toda esta cuestión ha dejado de ser el trafico de la droga en si, la cual simplemente para muchas familias es un medio de sustento, sino mas bien el trasfondo de la cuestión, la corrupción y los implicados reales pertenecientes a grandes grupos de poder políticos, policiales y empresariales, de estas redes internacionales. Y en el medio de todo esto, los que luchan por sobrevivir.

Si habláramos de “crimen” no nos costaría nada llega a la conclusión fácil y obvia de quienes son los que integran las súper pobladas cárceles de Brasil y resto de países en igual situación social y económica con grandes índices de delitos. Los reclusos que en su mayoría, viven y vivirán siempre sumidos en la pobreza, ven su estadía en la cárcel como parte juego tradicional que conlleva un tipo de trabajo peligroso pero bien remunerado: el trafico de drogas.

Bastante lejos de la realidad queda ya la imagen de aquel hombre violento, cargado de armas, vendiendo cocaína en un antro oscuro y con un maletín lleno de millones de dólares. En la realidad de la calle mujeres y adolescentes comunes y corrientes con escasos medios de subsistencia, son los encargados de transportar la droga de un sitio a otro, de introducirla en las cáceles o demás centros vigilados, para ganarse un jornal medianamente digno que les permita subsistir dar de comer a su familia. Son las llamadas “mulas”.

Esta realidad bastante obvia para cualquiera que resida o cohabite con esta situación, es ignorada y transformada por los medios de comunicación, los cuales intentan reforzar el esteriotipo del narco rico y violento para no reconocer la situación critica que viven millones de personas, entre ellas mujeres y niños, que son expuestas a la muerte, a los abusos físicos y psíquicos, que no poseen ningún tipo de derecho, mas que obligaciones e inseguridad constante, para mantener en funcionamiento los engranajes de la maquina que mueve el mundo, y tapar la real acción de los que mueve los hilos. Se escupe así a la población afectada un crimen “controlado” que oculta el verdadero crimen y criminal del cual no hablamos, por que no llega a ser criminalizado, debido a su posición y/o importancia en la sociedad.
Según un articulo publicado en ADN (Iván García Barcelona 13/06/2008) Naciones unidas ha reconocido que el estrés que sufren los habitantes de una favela brasileña es el mismo que el experimentado por las poblaciones que viven en guerra. “Es una paradoja: contentos por estar vivos hoy, y aterrados por no saber si mañana nos alcanzará un balazo", dice la abogada Valdênia Aparecida, cuyo trabajo en el barrio de Sapopemba (Sao Paulo) está dando a conocer en España de la mano de Amnistía.

Como si todo esto fuera poco, muchas mujeres ha quedado viudas o huérfanas a raíz de la violenta ley del narcotráfico, lo cual ha hecho crecer el porcentaje de 10 millones de mujeres cabezas de familia en 1996, a 18,5 millones en 2006, un 79% más. Un tercio de esas familias viven con la mitad del salario mínimo, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.

Estas mujeres además de luchar por sobrevivir realizando un trabajo ilegal y que pocos harían con placer o buena gana, son sometidas a frecuentes abusos físicos y sexuales de parte de la policía e implicados en la red, la cual mantiene acuerdos corruptos bien conocidos, con los narcotraficantes jefes. Allanan sus domicilios y, una vez dentro, los abusos son casi inevitables.
La abogada Valdênia Aparecida declaraba: "Hace años quise destapar una red de prostitución en Sao Paulo y en cada rama había un policía implicado “
Al declarar los abusos sexuales cometidos, las victimas son expuestas al interrogatorio cruel y poco sensible de las agentes las cuales preguntan cuales fueron las causas de la violación, si la victima “provoco” al agresor, o que tipo de ropa llevaba puesta en ese momento.

Juzguen ustedes cuantos trabajadores del narco son criminalizados en el telediario por la pobreza y no por su crimen, chivo expiatorio del real crimen organizado sustentado por gobiernos empresas y órganos politos que no dudan en adherir a sus filas otra serie de delitos como el trafico ilegal de personas, la pornografía infantil y la esclavitud de seres humanos.


No hay comentarios: